El de hoy, concretamente, me gusta. No, de verdad. Es uno de esos relatos que confían todo su potencial (si es que tienen) en el gancho del remate final. Y no es fácil construir un monólogo y echarlo abajo con una simple frase. Pero he podido hacerlo en este pequeño, llamémoslo "casi soliloquio". El sabor de boca que pretende dejar es el de la nimiedad de las cosas de la vida, si es que eso tiene sentido. Una carcajada también estaría bien, pero francamente, no creo ser muy gracioso ni ingenioso. En fin, lean.
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El teorema del geranio (Relato escrito el 30 de Septiembre de 2012)
En cierta ocasión, se
encontraban dos geranios conversando:
-¿Sabes? A veces opino que
es mejor que las cosas sigan como están –comentó uno-. Ciertamente, si la
humanidad ha conseguido avanzar tanto y crear un determinado orden en esta ya antigua
entropía, ha sido, primeramente, por unos pocos disidentes que no estaban
contentos con el sistema y la situación en la que vivían. Ya sabes, amigo, unos
revolucionarios, a los que las cadenas de la sociedad no les impidieron ver más
allá y ser partícipes de una evolución.
Y es cierto, mi querido
compañero, que dicha evolución, al ser humano, le ha venido de perlas. Poco a
poco ha ayudado a que su rutina sea más fácil y cómoda. Hasta el punto, fíjate,
de que llegará un día en el futuro, y no creo que sea una utopía, en la cual la
palabra “rutina” quedará obsoleta, pues no existirá algo a lo que llamar
rutina.
Mas, ¿realmente debería
alegrarme por algo así? Quiero decir, esto podría ser un arma de doble filo
para ellos. En cierto modo, algunas de sus invenciones son meros antídotos o
medidas para contrarrestar amenazas ajenas. Por ejemplo, hace mucho tiempo
inventaron las armas. Antiguamente, utilizaban piedras, obsidiana y materiales
similares para fabricar toscos filos con los que cazar o protegerse. ¿Qué
necesidad crees que vino primero? ¿La de cazar a aquellas enormes bestias o la
de protegerse de ellas? Y, sea cual sea tu respuesta, ¿cómo se llegó a la
conclusión de que existía la otra alternativa?
Sea como sea, si la
evolución humana alcanza su cénit, muchas de sus actividades también quedarán
obsoletas. Toda esta maquinaria realizará el cometido que durante siglos ha
venido haciendo el hombre. Y, ¿quién sabe? Quizá un día la máquina sustituya
completamente al hombre. A fin de cuentas, el zeitgeist actual reside en toda
la tecnología, ya sabes, telefonía móvil, cámaras de fotos, televisores… Lo
cierto es que ya somos esclavos de estas máquinas.
Me parece desconcertante. A
lo largo de la historia, se han librado una considerable cantidad de guerras
para abolir la esclavitud de un pueblo por parte de otro más poderoso. No
obstante, a pesar de que aún hay conflictos de esta índole, hemos pasado por
alto este detalle. Y me parece peligroso que la situación siga tal cual.
A pesar de esto, antes he
dicho que a veces es mejor dejar las cosas como están. En esta ocasión, creo
que deberíamos dejar las cosas así, tal cual, pues lo más peligroso aquí, más
aún que el hecho de depender de una máquina u otra persona, es un puñado de
humanos intentando solucionar un problema. Porque siempre que lo han intentado,
han acabado empeorando las cosas, creo que es algo inherente a ellos, no acabo
de explicármelo. Es como cuando juegas una partida de póker, y tienes algo sin
mucho valor, como una pareja, por ejemplo, y prefieres no apostar mucho por
miedo a arriesgarte. Claro que aquí, en la vida real, tienes más que perder.
Arriesgarse está bien, en dosis controladas. Pero a veces hay que plantarse,
como nosotros, y perdóname por hacer un chiste tan malo.
Por eso no estoy seguro de
que realmente sea bueno para la humanidad el evolucionar tanto y tan deprisa.
Yo, personalmente, creo que las cosas no están tan mal tal y como están, ¿no te
parece? Es cierto, hay muchas desgracias en el mundo: hambre, catástrofes naturales,
guerras… Pero podía ser peor, mucho peor. Lo cual no quita que podría ser
mejor… Ahora que lo pienso, no estoy tan seguro como creía… ¿Tú qué opinas, por
cierto?
-Amigo mío–respondió el
otro-, ni lo sé ni me importa. Sólo soy un puto geranio.
no se por que no me imagine el final con el titulo, pero si que fue un gran remate de la historia.
ResponderEliminarBonito final.
ResponderEliminarSobre un mundo en el que las máquinas sustituyan a los humanos hasta para cagar lo veo difícil a menos que se encuentre una fuente de energía renovable que salga a cuenta y que pueda generar suficiente para todos.
Tanto el petróleo como el carbón cada vez son más escasos y tarde o temprano se acabarán. Evidentemente también afectará al transporte, y con ello a tantas otras cosas. El sistema que usamos hoy en día será inviable.
A la fuerza hay que cambiar, es inevitable.
Oh, no, no, no se lo tome en serio, si todo el monólogo es una excusa para hacer más evidente el final. En fin. No tengo ni idea de lo que será de nosotros en un futuro, ni tampoco tengo ninguna teoría sobre ello, ni nada.
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